Hoy, mientras recordamos los momentos que compartimos contigo, queremos expresar lo mucho que te extrañamos y la falta que haces en nuestras vidas. Tu partida dejó un vacío imposible de llenar, pero tus enseñanzas y amor perdurarán en nosotros por siempre.
Aunque ya no estés físicamente junto a nosotros, tu presencia se siente en cada sonrisa, en cada abrazo, en cada recuerdo compartido.
A pesar del dolor de tu ausencia, encontramos consuelo en saber que estás en paz. Siempre serás nuestro guía, nuestro ejemplo de fortaleza y amor incondicional.
Descansa en paz, querido padre. Te llevaremos siempre en nuestros corazones, y tu memoria será eterna en nuestras vidas.
Te amamos.